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¿Intransigencia?: Una respuesta a Sisary Poémape

(Actualización a golpe de 6:45 P.M.: Matheus Calderón, aludido en el artículo de Sisary en cuestión, me ha solicitado que incluya una respuesta suya, que inserto al final de este texto)

Publicado: 2015-06-07


Estos son algunos comentarios en respuesta al artículo de Sisary Poémape (https://feministas.lamula.pe/2015/06/07/semana-feminista-pucp-articulo-respuesta/sisary/) que comentaba mi crítica a la Semana Feminista. A modo general, siento que malinterpreta el sentido de mi artículo y no apunta a discutir el argumento de fondo, sino a defenderse de una crítica que nunca trató de ser destructiva.

Esto es lo central:

-No he buscado argumentar que la retórica agresiva es mala en si misma. Como recalco, personalmente no tengo problema con ello y me agrada. Lo que argumento es que su empleo termina disuadiendo y desmotivando al común de las personas a conocer y entender las inquietudes y desafíos feministas y, por ende, alejando a otras personas aún no convencidas del discurso feminista a secundar y apoyar activamente las propuestas de colectivos feministas. En la respuesta, no he encontrado un intento por refutar esta afirmación.

También es errado el afirmar que deseo que empleen de pronto una actitud más “endulzada” o menos radical; y me parece lamentable que se sugiera que estoy planteando lo mismo que la PUCP, buscando censurarlas. Estoy ofreciendo mi opinión bajo el argumento arriba mencionado para introducir/continuar la discusión sobre la percepción del feminismo. De ahí que plantee mi artículo como una crítica constructiva.

-Yo sé que la diferencia entre la magnitud del EFLAC y de la Semana Feminista son enormes, pero, honestamente, no sé qué tan complicado sería conseguir ponentes/material para realizar actividades académico-culturales con enfoques diferentes, si se hubiera deseado. Por ello jamás consideré que no tengan un “análisis claro” de lo que desean con la semana. Todo lo contrario, creo que saben precisamente qué es lo que están haciendo y lo que desean hacer, pero, repito, en mi artículo argumento sobre las consecuencias negativas de la decisión tomanda.

Creo que en general se está malinterpretando por completo el punto de la comparación con el EFLAC: mi idea nunca fue presentar dos feminismos donde uno es “bueno” y otro es “malo” y no he considerado jamás que el feminismo de la Semana Feminista PUCP sea malo: mi intención era demostrar que existen eventos feministas que no emplean la retórica agresiva, para pasar a preguntar el por qué de la necesidad de la Semana Feminista PUCP de hacerlo, tomando en cuenta lo que percibo como consecuencias negativas. Lo que digo en mi artículo, y cito, es:

“¿Por qué sucede esto (la centralización de la temática)? Sería interesante escuchar una respuesta por parte de la organización de la Semana.”

Y, otra vez, no tengo problema alguno con que se traten los temas de sexualidad e identidad de género. Como lo menciono, me parecen importantes y me agradan que los toquen de manera abierta. Lo que resalto como déficit es la ausencia del resto de temáticas, las que llamo más “generales”, y no por que considere que lo que se trató en la Semana Feminista fuese secundario o menos importante, sino por que considero que la Semana Feminista, por lo que representa su nombre, debería de buscar presentar una temática balanceada o, por otro lado, justificar abierta y coherentemente por qué la necesidad de realizar un evento centrado en dicha temática y con dicha retórica en la publicidad del evento.

Ahora, con respecto a tus respuestas generales:

- Tu primer punto, junto a tu afirmación de “no es mi deber educarlos” terminan siendo un ataque falaz hacia Matheus y hacia mi, que peca de soberbio y no toca los temas de fondo, desviando la discusión para mal. He discutido lo que propongo con otras personas, varias de ellas mujeres, y se han mostado de acuerdo. Por ello, no comprendo a dónde apuntas cuando mencionas que escribo sin reconocer una posición de “privilegio masculino” de hombre cisgénero que estudia Historia, como si buscases deslegitimar o condicionar mi postura y capacidad de emitir un comentario válido. Y no sé si lo decías por mi, pero si me considero feminista y lo he afirmado en muchas ocasiones.

Y va, creo que debí hacer un disclaimer: no pude ir asistir a la Semana; mantengo un horario laboral y prácticamente ya no voy a la PUCP. Pero al margen de aquello y de cualquier intento de deslegitimarme a mi o a cualquier otra persona (sea hombre cisgénero clasemediero o no) que comenta con un ad hominem, mi argumento, buscaba ampliar la discusión en torno a la situación del movimiento feminista y, mal que bien, ha recibido algunos comentarios y críticas interesantes, tanto a favor y en contra. Lamentablemente siento que tomas mi artículo como un intento de destruir lo que “te costó parir” cuando nunca fue así. Solo espero no se tome toda crítica al movimiento feminista PUCP de la misma manera, de lo contrario si se estaría cayendo en un serio problema de intransigencia.

Respuesta de Matheus Calderón:

"Verdaderamente es chévere que alguien critique mi artículo sobre feminismo. Creo que en el debate está el gusto. ¿Pero saben cuál es el problema? Que mi artículo nunca se refiere al contexto de la Semana Feminista, sino que es la respuesta a una columna de Araceli Pinto. Asumirlo como una defensa, ataque, crítica, o explicación paternalista de lo que es ser "feminista en la PUCP" -eso que los gringos llaman con su pragmatismo "mansplaining"- termina distorsionándolo de manera plena. Yo no voy a criticar a la Semana Feminista, incluso si discrepara con sus métodos (y no lo hago, me parece un proyecto excelente y que tiene que continuar). De hecho, no concuerdo con el artículo planteado por mi amigo Javier Aguilar. En lo que a mi concierne, el texto que escribí está en relación directa a un texto previo, y hago mención explícita a él hacia el comienzo del mismo. Por eso, hay que leer el artículo, y hay que leer bien, porque si no, se termina leyendo cosas que no son, debatiendo con monstruos imaginarios, y criticando cosas que no he tenido intención de sostener nunca.

Sí recojo algo del artículo que me parece valioso: es cierto que es difícil labrarse una militancia en el feminismo siendo hombre, heterosexual, clase media, letrado, porque sí, el riesgo que uno tiene es caer en todo esto que ya se mencionó antes. Y es un proceso difícil, largo, de repensar formas de acción, de revisar lo que uno piensa, hace y dice. Un proceso hasta culposo. Un proceso que nos deja poca agencia, y esa poca agencia es difusa, especialmente con las críticas de “check your privilege”. Puede ser una posición complicada, “neutral”, pero de ningún modo una posición cómoda. No en mi caso, al menos.


Escrito por

Javier Aguilar

Estudiante de Historia en la PUCP, ciudadano indignado


Publicado en

OccupyClio

Blog personal vinculado a temas de Historia y actualidad social y política peruana.