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CRÍTICA (CONSTRUCTIVA) A LA SEMANA FEMINISTA PUCP

(si, otro artículo con una palabra derivada del feminismo en su título esta semana)

Publicado: 2015-05-24


A raíz de la Semana Feminista PUCP, cuyos eventos hicieron que más de un conservador se rasgue las vestiduras y pegue un grito al cielo, han comenzado a circular dentro de las redes sociales varios artículos con respecto al feminismo. El debate, lamentablemente, se ha basado en falacias y ataques hacia un estereotipo de la feminista contemporánea, y no han rozado ni siquiera los temas de fondo que se deberían de abordar en un debate sobre la situación y el futuro del movimiento. Una cita, de Camille Plagia en un reciente artículo en Lucidez, resume la postura que se manifiesta en contra: “hay que salvar al feminismo de las feministas”. Es decir, no tienen problema con la idea del feminismo, pero simplemente están en contra de quienes integran el feminismo actualmente y de sus actitudes (a la vez que se glorifica en parte el feminismo de antaño).

En este artículo, quisiera tratar de abordar el problema de lo que denomino –a falta de mejor término- la “retórica agresiva” de grupos y colectivos como la Semana Feminista PUCP y argumentar que, quizás, esta retórica termine siendo contraproducente para los fines que poseen estos colectivos, e incluso termine reforzando la idea anteriormente enunciada.

(Disclaimer: personalmente, no tengo inconveniente con nada de lo propuesto por la Tercera Semana Feminista. Me gustaría que haya otra el próximo año, y me parece lamentable que la universidad esté tratando de tomar acciones para censurar el evento y castigar a quienes la organizaron. Al margen de las críticas que uno pueda tener frente a las formas de estos colectivos, es necesario resaltar que hacen un esfuerzo enorme por difundir ideas que son positivas para nuestra sociedad).

Antes de iniciar, quisiera referirme brevemente al tema del pasado glorioso y más “uniforme” del feminismo. A mi juicio, el motivo por el cual se tiene esta percepción se da debido a que el movimiento poseía objetivos mucho más tangibles que los actuales. Era mucho más sencillo, por ejemplo, cerrar filas en torno a la igualdad jurídica y política de la mujer. Actualmente, buena parte de las reivindicaciones que plantea el movimiento feminista no puede traducirse tan rápidamente a una propuesta legislativa, y las que si, tienden a despertar polémica como el caso del aborto, que es un tema al cual algunas mujeres se oponen con argumentos válidos y no basados en la religión. Sin embargo, estas demandas por reivindicaciones sociales y culturales existen, y son necesarias, puesto que más allá del derecho, las mujeres se encuentran muchas veces con una mayoría de desventajas que los hombres. Por más que lxs columnistas de Lucidez no puedan percibirlo, existe mucha heteronormatividad que afecta a hombres y sobre todo a mujeres, además de una enorme cantidad de censuras y represiones sociales/culturales que pueden llegar a afectar el libre desarrollo de un individuo. Y si, en ese contexto, me parece necesario empoderar a todas las mujeres, incluyendo a las limeñas de clase media con educación universitaria, más que para recordarles sus derechos, para que se sientan en libertad de explorar su propia identidad sin temor a una censura (Y #PerraPorFavor, si vas a decir que esto no es necesario, al menos trata de justificarlo.)

Ahora, la respuesta de los grupos/colectivos que van en la línea de la Semana Feminista para enfrentar los problemas contemporáneos, es una que intenta desafiar directamente a los paradigmas sociales corrientes. Así, en una sociedad donde el promedio mira extrañado si en una conversación corriente se mencionan palabras como “pene”, “sexo”, “vagina” y donde hay una educación sexual deficiente y aún se condena que las mujeres experimenten libremente su sexualidad (a diferencia de los hombres), estos colectivos responden embistiendo dichos temas de forma directa. Esta retórica agresiva es una que pone el dedo en la herida y termina incomodando al status quo.

Sin embargo, donde viene un punto de controversia es cuando defienden esta actitud en nombre del feminismo como un todo. Si bien jamás voy a poner en duda que quienes emplean esta retórica sean feministas y lo representen, si me parece necesario evidenciar que esta no es la única manera de defender/participar del feminismo ya que, indirectamente, se produce la idea de que la retórica agresiva es la única forma, o la forma ideal de feminismo contemporáneo.

No creo que sea el momento de explicar a detalle lo referido a las diversas corrientes de feminismo. Sin embargo, a dónde quería llegar con este artículo, es a una crítica a las ausencias dentro de la Semana Feminista ya que, pareciera, por intentar emplear la retórica agresiva, están excluyendo la discusión sobre otros temas que también poseen relevancia.

Quisiera poner como ejemplo, el programa del 13avo Encuentro Feminista de Latinoamérica y Caribe (EFLAC) .

(Sé que hubo un penoso accidente referido al ingreso de una persona trans, pero no por ello hay que descalificar todo el evento).

Programa Parcial del EFLAC (http://www.13eflac.org/)


programa parcial del eflac (http://www.13eflac.org/)

Como se puede apreciar, el evento tenía una magnitud mucho mayor y buscaba tratar temas sumamente diversos e interesantes, vinculados a los problemas sociales de las mujeres. Nótese, los eventos y su fraseo representaban una enorme pluralidad en cuanto a enfoques y problemáticas, y no poseían la retórica desafiante.

En contraste, el fraseo de los títulos y la distribución de los eventos del cronograma de la Semana Feminista PUCP pareciera priorizar temas vinculados con la sexualidad y al enfoque de género por sobre otros (los temas que precisamente son los que "ponen el dedo en la herida" y dan vida a la retórica agresiva). Ausentes en la semana están los temas vinculados a la teoría académica feminista y su historia (que, en este contexto me parece necesaria resaltar), u a otros problemas y desafíos que las mujeres deben de afrontar en nuestra sociedad (feminicidios, desigualdad de oportunidades, heteronormatividad, participación en la política, acoso callejero, educación y mujeres, imagen corporal, arte feminista, y un largo etc.) más allá de los derechos laborales. Además, hubiera sido interesante tener también talleres  y conversatorios reflexivos y analíticos respecto a problemas fundamentales y posibilidades de reivindicación, lucha y superación. ¿Por qué sucede (o no sucede) esto? Sería interesante escuchar una respuesta por parte de la organización de la Semana.

Si bien considero que los temas tratados por esta Tercera Semana son importantes, el que una “Semana Feminista” excluya y no aborde problemáticas más generales, termina vendiendo la ilusión de que el feminismo contemporáneo es reducido y sobre-enfocado en la identidad de género y en la sexualidad, en vez de ser un evento que evidencie y difunda los logros, alcances y deficiencias del movimiento feminista y los feminismos contemporáneos y que, a su vez, logre una mayor concientización de los problemas que las mujeres deben de afrontar incluso ahora en el siglo XXI. Esta retórica agresiva y las preferencias mencionadas, si bien logra el objetivo de incomodar y desafiar, también termina generando rechazo inicial, desmotivando a conocer y entender las inquietudes y desafíos feministas y, por ende, disuadiendo a otras personas disuadiendo a otras personas (con puntos de vista e intereses diferentes) a secundar y apoyar activamente las propuestas de estos colectivos.

Entonces, en caso de un tl;dr:

- Colectivos como los que organizan la Semana Feminista difunden sus mensajes con una retórica desafiante con el objetivo de incomodar el status quo conservador de nuestra sociedad.

- Dicha retórica y las preferencias evidenciadas en la última semana feminista, si bien no las vuelve feminazis cortapenes, fortalece erróneamente la idea que el feminismo moderno está sesgado y centrado en muy pocos temas (y que es necesario “salvar el feminismo de las feministas”).

Concluyendo:

- Sería recomendable que dichos colectivos y agrupaciones, por medio de los eventos que realizan y los artículos de sus redes, expandan la temática abordada para romper con los estereotipos que se adjudica al feminismo moderno y así contribuir a una discusión más amplia tanto de los problemas de la mujer y de los diferentes feminismos existentes.

Y, claro

- No crean ni difundan la idea que la única forma de ser y vivir el feminismo es mediante la retórica agresiva y desafiante.


Escrito por

Javier Aguilar

Estudiante de Historia en la PUCP, ciudadano indignado


Publicado en

OccupyClio

Blog personal vinculado a temas de Historia y actualidad social y política peruana.